Visitas a los proyectos de la Fundación

Son muchas las tripulaciones que aprovechan las pocas horas de descanso para visitar los colegios donde la Fundación SEPLA-Ayuda tiene proyectos en marcha, hace unos meses lo hacía Javier Gómez Barrero de AEA visitando el orfanato de Salvador de Bahía; ahora han sido otras tripulaciones las que el pasado mes de octubre han visitado otros proyectos y nos mandan unas notas con sus percepciones.

Agradecemos enormemente su interés, sus sugerencias y su cariño al acercarse a tanto niño necesitado; además su visión nos hace más fuertes, pues no solo ven lo que sus ojos perciben, sino que nos trasmiten sus sentimientos y esto nos ayuda a mejorar e insistir en temas de suma necesidad.

Os aseguro que tal y como Julio, Antonio y Marta nos cuentas sus vivencias en sus escritos que os ponemos a continuación os vais a emocionar leyendo; no dudéis en acudir a los colegios os van a encantar.

MUCHAS GRACIAS a LOS TRES

Vicente Alonso Fogué, Titón


GUATEMALA

Hola a todos,

La semana pasada (octubre 2012) aprovechando un vuelo a Guatemala visitamos el colegio «Nueva Vida», con el que colaboramos desde SEPLA-Ayuda. Quería compartir mi experiencia con vosotros:

Es un colegio de las Misioneras Dominicas del Rosario al que asisten niños de familias sin recursos. Tanto es así que muchos de ellos no tienen ni agua corriente en sus casas y a veces les tienen que duchar en el colegio.

Hasta hace unos meses al terminar las clases les daban de comer antes de salir, pero la falta de presupuesto les ha obligado a cerrar el comedor. Una lástima porque para algunos niños era la única comida que realizaban en todo el día.

También nos contaron que para atender el colegio ya sólo quedan tres Hermanas españolas de la Congregación. Y están preocupadas por la continuidad del proyecto porque la más joven tiene 84.

A pesar de todo esto, nos sorprendió la alegría que reina en el colegio. Sin duda alegría de Dios y un mensaje de esperanza en estos tiempos que vivimos.

JRZ

Javier Sanz- Miguel Ángel Soriano- Julio Ruiz-Zorrilla

Tripulación de Iberia en Guatemala


MALABO

Las gracias os las damos nosotros, Malabo 23-10-2012, 12 horas

La hermana Amparo me recoge con un jeep en la puerta del hotel. Un nuevo salto a Malabo, esta vez con la sugerencia de Titón de visitar la escuela Virgen del Carmen. Recorrer el barrio en el que se encuentra la escuela te hace entender las necesidades básicas de su población más desprotegida, cómo no serán las de los niños que la habitan. Ya en el centro escolar los pequeños me demuestran su gratitud con canciones y sonrisas que me emocionan. A las hermanas y profesoras que me agradecen nuestra ayuda, sólo decirles que somos nosotros los que tenemos que agradecer la gran labor desinteresada que llevan a cabo en ésta pequeña escuela.

Salí de allí con los ojos vidriosos, embargado de una gratitud inmensa hacia esos pequeños que nos enseñan a apreciar el valor de las cosas a las que nuestros hijos acceden sin ningún tipo de barrera.

Con esta experiencia me gustaría animar a todo aquel que pueda hacerlo, a colaborar con SEPLA-Ayuda y que estos proyectos tan enriquecedores puedan seguir adelante y crecer.

Antonio Álvarez Echevarría, Comandante de IBE en Malabo


MALABO, Octubre 2012 PUPILAS LLENAS

El colegio está al final de la calle.
Arena, polvo, acequias.
Una calle llena de niños a medio vestir, de mujeres a medio respetar, de hombres medio ebrios, medio sobrios, durezas en las manos, vidas sin techo.
Al final de la calle está el colegio, con su puerta verde y con sus niños.

Entramos sin llamar.
Unos en clase de gimnasia, otros aprendiendo los cinco sentidos; los pequeños, los colores.
Hoy es el cumpleaños de Antonia. Rizos claros construyendo formas de piruletas adornan su cabeza. Brillan a contraluz. Danzan al son de la canción de sus compañeros.
Cumple tres años.
Sus ojos te atrapan.
Pupilas llenas.

En la siguiente clase los niños repiten una y otra vez los cinco sentidos.
Vista. De reojo me interrogan. Oído. La profesora los reclama. Olfato. Señalan cada parte de su cuerpo. Gusto. Su boca. Y tacto. Aplauden…
Y, de nuevo, se clavan en mí sus pupilas.

Andrés está en la tercera clase, sentado en la primera fila, al lado de la puerta. Concentrado.
Es para él.
Es un balón de reglamento, un Tango.
«Para los niños de Guinea», me dijo Diego, «para que puedan jugar igual que yo»
Y de los dos balones que Diego me dio, uno se lo quedó el colegio, el otro, Andrés.
El niño sin padres, de inmensa sonrisa y, una vez más, su mirada cautivando voluntades. Comprometiendo al esquivo.

En el patio, entre dos porterías, bajo la atenta mirada de la Virgen del Carmen, corren, juegan, saltan. Sonríen sin límite.
Te abrazan.
Te arrollan.
Te embelesan.
Te embriagan.
Te sacuden el alma y te encuentras de pronto pensando en lo llenas que tienen sus pupilas negras.

TE PARAS.

Tal vez si dejáramos nuestros zapatos a la entrada de las «aulas» y, como ellos, descalzos, desnudos, sin nada que perder, nos enfrentáramos a soberbias, avaricias, complejos y egoísmos encubiertos,
tal vez…
pudiéramos llenar nuestras pupilas con algo de su esencia.
Esa que te impregna para siempre.
Esa que te mira y te convierte.

No son sólo ellos los que agradecen cada paso de SEPLA-Ayuda, somos todos.
De su mano nosotros les llevamos ropa, juguetes, libros.
De su mano nos traemos de vuelta ganas para seguir luchando por la vida.
SEPLA-Ayuda somos todos.
Merece la pena.
Lo sentí en el calor de sus besos.
Lo vi en la intensidad de sus pupilas.

Tú también puedes sentirlo.
Hipnotiza.

Marta Domínguez Pérez, comandante A-320 IBE en Malabo


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