Pilotando humanidad
Seis pilotos. Tres furgonetas. 20 asientos libres. Libres de momento. Esta mañana han salido hacia Cracovia seis pilotos de diferentes compañías aéreas. Seis pilotos que han dejado sus galones dorados en casa para enfundarse otros bien distintos. Unos galones que no hay metal precioso que los represente. Galones de humildad. Galones de solidaridad. Empatia. Bondad. Galones de Humanidad.
Hoy, cuando vivimos, en la distancia, el decimoquinto día de la barbarie en Ucrania, seis voluntarios de Sepla-Ayuda han dejado su vida aparcada para acudir en ayuda de 20 personas desesperadamente necesitadas de socorro, Kim, Pablo, Peri, Mariano, Toño y José han hecho pausa y se han embarcado en un «vuelo» que jamás habían imaginado tener que hacer. Esta línea no estaba programada. Ni en el peor de los sueños pensaron tener que sumar estas «horas de vuelo» a su currículum. Lo que no imaginan es que la tripulación que llevan con ellos es infinitamente más numerosa que la que les acompaña a Berlín, París, Casablanca o Chicago. Esta tripulación la formamos todos, Tú. Yo. Él. Ella. Todos. Amigos. Hijos. Padres. Compañeros de trabajo. Vecinos. Todos. Todos vamos con ellos.
60 bolsas de comida. 54 de ropa. 50 de medicinas. Pañales. Mantas. Pilas. Linternas. Juguetes. Ilusión. Kilos de ilusión. Esas tres furgonetas llevan un sobrepeso de esperanza que no se puede medir en kilos ni en toneladas. No hay medida capaz de soportar tal cantidad de amor que va de Madrid a Cracovia. Los seis conductores tienen la difícil misión de hacer llegar todo ese contenido hasta Polonia. Una vez allí, han de localizar a varias familias y traerlas a su «tierra prometida». Aquí les espera el sueño de salir de aquel infierno y esperar a que acabe para, en el mejor de los casos, poder volver a sus hogares. Ojalá sea así.
Amigos pilotos, amigos de Sepla-Ayuda, gracias por ser como sois. Gracias por dejar de lado todo durante unos dias. Gracias por convertiros en conductores de paz en momentos de guerra. Gracias por ir a rescatar a 20 amigos de Ucrania. Gracias por existir.
Buen viaje y que la Virgen de Loreto, patrona de la Aviación, os lleve de su mano y la Virgen del Pilar, patrona de España, os proteja bajo su manto.
¡Viva España! ¡Viva Ucrania! ¡Viva Sepla-Ayuda!
Gonzalo Navas-Migueloa